28 de marzo 2023
¡Hola, otra vez! vuelvo a tener un poco de tiempo para contarte cómo van mis cosas, esta vida tan movida me tiene absorta.
💥La investigación sobre el comportamiento fractal, se vuelve a cada momento más interesante, surgen nuevas líneas que dan una imagen más amplia. Pero no me voy a explayar más con esto ahora, tengo cosas más lindas para recordar.
💚👵Ayer hablé con mamá, como siempre, estaba cocinando para todos, pronto se despertaron los anhelados olores a especias y casi saboreé los platos, aunque estoy tan lejos, pero eso no importa. Le cuento como van mis días y así juntas creamos una complicidad hogareña. Estos encuentros son por videollamada, nos conectamos, nos vemos, compartimos. Lo que más le gusta a ella son mis idas y venidas, los relatos de mis viajes urbanos, tan diferentes a lo que acostumbramos en nuestro pueblo de Argentina.
Estoy viviendo en Auckland, Nueva Zelanda, es una ciudad bulliciosa dentro de un país maravilloso, cuanto me gusta. Viajar por el interior como pretendo, es difícil por el trabajo en este momento, pero como recién llegué estoy poniéndome al día. Luego tendré que viajar al interior así que estoy muy contenta con la perspectiva.
Por la mañana, muy dormida, tomo el metro para llegar al centro de estudio e investigación en desarrollo de culturas. Allí lo primero que hago es prepararme el mate, siiii, es lo que prioricé en el equipaje, una costumbre de origen que nos mantiene unidos a nuestras raíces. Después de iniciar la ceremonia, con la carga de yerba, yuyos, limón, jengibre, canela y todo lo que pueda encontrar, entonces disfruto unos amargos (eso sí, para horror de mi madre: con agua hervida!!!) y estoy lista para iniciar mi día.
Querido diario, cuando he vuelto hacia casa al finalizar esta jornada, sentada en el metro, que usualmente comparto con otras personas, sumidas en sus pensamientos, sentadas en silencio mirando por la ventanilla, esta vez hubo algo diferente que captó mi atención, un murmullo en el cual me sumergí, de pronto el murmullo se hizo mas intenso, mas claro, pude escuchar muchas conversaciones, muchos idiomas. Cerré los ojos y entendí, cada una de las palabras que por dentro del ambiente circulaban, abrí mi mente y mis oídos, fue una experiencia fantástica, no supe bien qué idiomas eran, ya que aparte del inglés y el francés (estos los entiendo y hablo), también sonaban otros, tal vez maorí (con el que no estoy muy familiarizada), chino y mas. Eran muchos rostros con fisonomías diferentes hablando y algo se expandió dentro mío que hizo que pudiera entender, comprender, casi me sentí parte de cada uno de ellos. Al llegar a mi destino, bajé con una sensación de pertenencia, de formar parte de todos, es genial esta comunión que sentí, aunque no se como sucedió.
Así se lo conté a mi madre, y ella pensativa me dijo que somos espíritus parte de un todo mayor, somos una sola mente con mucha energía. Estamos todos conectados.
Es bueno terminar así el día, me siento satisfecha. Desde que llegué a esta ciudad, estaba buscando alguna conexión, algo que me hiciera sentir más en casa, familiaridad, cercanía. Esta experiencia fue muy parecida a eso.
Maresbida
En el 2° día del 9° Mundial de Escritura. La consigna: Cruzar el Atlántico. Un latinoamericano, se traslada por algún motivo a una gran ciudad fuera de "Latinoamérica". Allí un día cualquiera, viajando en metro, que le sucede, que ocurre, que siente, con quien conecta...todas las posibilidades están abiertas.
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