En una esquina perfecta esta pintada la vida, sin interferencias transcurre en el ocaso del tiempo. En ese espacio soñado, de posibles e imposibles, se ve pintado el universo que por libre es perfectible. El brillo del sol que la envuelve, es el motor que la enciende.
El solsticio y el equinoccio dicen mucho y dicen poco, son palabras simples que reflejan posiciones. Sobre el muro en el que asoman esos rayos luminosos caminando, cada día dibujando la energía que se mueve alrededor. Se acumulan muchas yemas, y se asoman mas insectos, se ve vida despertando a cada momento.
Si las nubes en el cielo, caen bajas en su viaje, todo envuelven en las gotas de diamantes de bondad. Es el mas preciado cielo que transforma la certeza de los ciclos.
Por el rostro de las flores ya se asoman sus colores, colibríes vuelan libres, gorriones se alimentan, las semillas se revientan buscando la fertilidad. Todo comienza a brillar con el calor generador, el que brota de ese sol acariciando el eslabón.
Mas ruidos surgen con el paso del tiempo, en su cercanía al equinoccio transformador de promesas. Para unos nueva vida, para otros un descanso, aparecen y se duermen, se levantan y se acuestan. Todo fluye en infinito. Todo fluye en un momento.
Por ese muro en la esquina se ve transformar la vida. Siempre en movimiento, en ocasiones tranquila, en otras mas pavorosa. Pocos humanos pasan por ahí, pocos se detienen a ver, muchos siguen su camino casi ignorando el placer, de enamorarse del mundo por ver. Caminan rumiando sus vidas, sin ver algo mas, todo lo que ofrece ese panel de encanto y magia, pintado sin mas, sin mas, por un maestro del arte de lo estelar. Todos pasan sin detener sus pasos, tampoco observan mucho, es solo una vereda mas, que te lleva mas allá.
Los que mas disfrutan ese lugar, son los animales, que juegan entre si, o, respetando el ciclo de vida, son depredadores y depredados, en esa porción de la tierra donde todo puede ocurrir.
Otros ciclos sobrevienen, es la luna que sostiene, el circulo de la vida cuando el sol no se detiene. Brilla en plata y luz de noche. Siempre cambia y nos sorprende, iluminando se prende en el fulgor del derroche, hace espacios y crea montes que se mueven sin parar, al seguirla en su andar a través de lo fugaz. Esas luces que dibujan mil rumores coloreados de unos tonos plateados, cambian el rumbo del limbo donde viven los mas lindos. Ahora asoman nuevos seres que despiertan sus poderes, que sin luces son misterios a los ojos que no ven. Mas la vida un espejo es, tanto arriba, abajo también, tanto al sol, la luna también. Solo todo es al revés.
Lo mas asombroso es la virtud que se escurre por los portales de luz, son las visiones del sur entre las hojas de la Buganvilia, donde despunta el placer de los gorriones, mariposas escurridizas, y desde abajo la brisa de curiosos chasquidos que se elevan, y así alcanzan a ver el porque del ruido fugaz que ocurre en un sin son, como el tambor de un motor.
En esa esquina perfecta esta pintada la vida, que ocurre sin tu mirada, que ocurre porque es la vida.
Maresbida
Microcuento escrito en el marco del 10° Mundial de Escritura. 1° dia, 11/9/2023 - La consigna pararnos en una esquina y desde allí observar todo lo que sucede
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