Seguimos con este suceder de introspeccion y aventura, que no se nos escape nada del entorno, que aprendamos a sumergirnos y sentir, palpar, oir, oler, tocar...en fin VIVIR, por lo visto este mundial es un curso comprimido de terapeutica personal, grupal y mundial. Nos enfrenta con la realidad, con lo que somos, con los que fuimos, con los que seremos; por estar aquí somos murmullo y voces a gritos.
Frente a un mar de libros cada dia estoy ubicada en el centro neurálgico del mundo de las letras impresas, horneadas y humeantes, estampadas en sostenes crujientes, listas para ser disfrutadas, probadas, sufridas, según sea el significado oculto entre sus combinaciones, es ahí donde voy al encuentro del mundo.
Es un lugar calmo, con un silencio sonoro. Todo el que llega tiene voz para expresarse, de una u otra manera, acá se hablan todos los idiomas que se puedan utilizar para comprendernos.
Desde mi barca-escritorio, sumergida en mis tareas y absorta en los pensamientos de asuntos por resolver, disfruto unos cantos gregorianos o unos cuencos tibetanos, también el silencio me habla.
Siempre se escucha un sonido, muchas veces proviene de las vibraciones que producen los autos al circular en la calle, cuya intensidad hace que caigan los libros en los estantes, seguidos por "AUCHHH!!!" de los que estamos dentro del recinto, y miradas de resignación y sorpresa.
Hay otras tres personas trabajando junto a mi, que siempre hablan de la vida, de las tareas propias o de los consultantes, en general son tonos calmos; pero hay ocasiones en que algo cambia la monotonía y se altera mi percepción, por lo que presto atención a esa nueva información que presiento es diferente, a veces solo son chismes y risas, otras enojos y molestias o críticas, o hasta llantos de la vida.
También ocurre lo mismo en el intercambio de voces con los asistentes a la biblioteca, unas veces consultan y se les responde en forma fluida, otras la cosa no va por ahí, y son tensos los sonidos.
Es una biblioteca universitaria, en que alumnos y docentes, buscan saberes ocultos, que por descubrirlos se mueven con urgencia, compitiendo por los ejemplares que a veces escasean, así que suenan pasos rápidos y saludos corteses, en las prisas por llegar primero y hacerse con el necesario material. Es en palabras que intercambian entre sí, que se oye el placer de transmitir entre amigos el nuevo saber. Algunos vienen solos por primera vez, cautos y silenciosos a recorrer esta isla de tesoros. Más tarde los mismos vuelven convertidos en grumetes, que informan a los cadetes con voces autoritarias cual es el devenir del ciclo de esta biblioteca universitaria.
Oigo así mismo, el papel que suena al ser deslizado, el rasgar de una birome o el teclear de unas manos sobre una dócil “pc”; el clic de una foto para llevarse la información del papel a la virtualidad.
Además en esta cotidianeidad de navegar sin reparos, enseñamos a surfear, para salvar los peñascos que ocultan la información, entonces a esos oídos atentos hablamos un montón, buscando palabras sabias que despierten curiosidad, se oyen nerviosas risas, y las manos con prisas que guardan datos, para tener los relatos presentes en otra ocasión.
Las voces van sucediendo a lo largo de la jornada, casi todas relacionadas, es un relato conjunto de búsquedas y de encuentros, de necesidades y demandas que son saneadas a diario.
Siento siempre “buenos días”, “hasta luego”, “muchas gracias”, “genial”, y tantas otras expresiones, que nos unen y desafían a dar lo mejor de mi.
Soy biblioteca y palabras, soy páginas y renglones, es en la letra que encuentran sentidos las expresiones, que cobran cadencia los sonidos que transforman las percepciones.
maresbida
Escrito en el marco del 10° Mundial de Escritura, día 3 (13/9/2023), el tema es: GRITOS y SUSURROS
ResponderEliminarConsigna: Siéntense, como el personaje del cuento, en un punto fijo de su ciudad y escuchen los diálogos de la gente que pasa por ahí. Armen un relato a partir de esos diálogos. También pueden recuperar diálogos que recuerden de otros momentos, o inventarlos.
ResponderEliminar